Aspectos básicos sobre la depilación láser

La depilación láser se ha convertido en el método más popular de eliminar el vello desde que apareció en la década de los noventa. Es un tipo de fotodepilación porque el pelo se destruye de forma permanente mediante la emisión lumínica del láser.

Historia

Fue en 1958 cuando se descubrió el láser y en el 1994 cuando se utilizó por primera vez con aplicación para depilación a través del láser rubí. En ese momento solo valía para pieles muy claras porque existía peligro de ocasionar quemaduras por su baja longitud de onda. Con el tiempo y gracias a los avances en tecnología se han desarrollado sistemas más eficientes y seguros.

Cómo funciona

Para eliminar el vello permanentemente se aplica una luz con una determinada longitud de onde e intensidad que interacciona con la melanina del vello. Al actuar mejor sobre las zonas oscuras, no resulta eficaz para el pelo blanco o muy claro.

El crecimiento del vello tiene tres fases: anágena (cuando empieza a crecer), catágena y telógena (al caer). Será en la primera etapa, fase anágena, la adecuada para la depilación porque se puede destruir el folículo piloso.

Tipos
  • Láser rubí. Emite luz a una longitud de onda de 695 nm. Ya no se utiliza por su poca versatilidad y los riegos de quemadura.
  • Láser alejandrita. En este caso la longitud de onda es de 755 nm. Aunque se puede emplear en casi todos los tipos de pieles y de vellos, es más efectivo en pieles blancas o de tono medio.
  • Láser diodo. Trabaja a una longitud de onda de 810 nm y es válido incluso para las pieles más oscuras. En cuanto al láser soprano, es un tipo de láser diodo con un funcionamiento que transmite menos temperatura y energía por lo que es realmente indoloro y no genera ni manchas ni quemaduras.
  • Láser neodimio-yag. Con una longitud de onda de 1064 nm es usado solo para pieles bronceadas o muy oscuras.
Proceso

Antes de comenzar con el tratamiento hay que valorar el tipo de piel y vello de la persona para ajustar los parámetros del láser y obtener los mejores resultados. Se rasurará la zona a tratar y durante el procedimiento paciente y profesional pondrán gafas de protección. Tras la aplicación es recomendable el uso de cremas específicas e hidratantes para calmar la piel y reducir el posible enrojecimiento.

Aunque existen pocos riesgos, efectos secundarios y contraindicaciones es imprescindible optar por el láser médico y profesionales acreditados que garanticen una correcta información y seguridad.