Cómo preparar la piel para el sol
No podemos negar que, a estas alturas del año, después de un invierno como el que estamos teniendo, deseamos que las vacaciones de Semana Santa y la primavera nos permitan disfrutar de la luz del sol, que falta nos hace. Pero, aunque el tiempo nos acompañe, no debemos lanzarnos a la playa o a la montaña, sin tomar precauciones y sin haber preparado previamente nuestro organismo.
Algunos consejos sobre cómo preparar la piel para esos primeros rayos de sol…
Paso 1. Exfoliación
Después de todo el invierno con el cuerpo bien tapado, es necesario una limpieza a fondo; eliminando todas las impureza y células muertas. Así nuestra piel luzca mucho más suave y luminosa.
Lo recomendable es hacer una exfoliación corporal a la semana o cada dos semanas, prestando especial atención a codos, rodillas y espalda. Exfoliar el rostro una vez al mes es suficiente.
Paso 2. Hidratación
Tras una buena limpieza, la piel ya está en condiciones de hidratarse en profundidad. Debemos recordar que las cremas son diferentes para el rostro y para el resto del cuerpo. Debemos elegir los productos adecuados en función de nuestras necesidades: tipo de piel, edad…lo importante es que nos aporten suavidad y luminosidad.
Paso 3. Alimentación
No sirve de mucho cuidarnos por fuera si descuidamos nuestro interior. Siempre debemos seguir una dieta equilibrada, pero si nuestro propósito es preparar la piel para el sol debemos incluir en la misma alimentos ricos en caroteno que estimulan la síntesis de melanina. Podemos destacar: tomates, zanahorias, melón, albaricoques y todos los cítricos.
Paso 4. Protección
Toda está preparación será en vano si el primer día de sol nos lanzamos a la playa sin una correcta protección. Recordad que hay que ir aumentando el número de minutos al sol progresivamente y que se debe empezar con una protección solar alta. La aplicación de la crema debe repetirse con frecuencia y se evitarán las horas de mayor radiación solar.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad. Ahora solo nos queda mirar al cielo y esperar que despeje.