Mixing, un nuevo concepto para mejorar la aplicación de las cremas
Las necesidades del rostro no son iguales por toda la zona, sino que se necesitan de diferentes principios activos o cosméticos que nos ayuden a cuidar o reparar la piel. Para ello existe una técnica que nos facilita la aplicación de los productos: el mixing.
En contraposición al layering que crea capas sobre la dermis, ahora se habla de una nueva forma que consiste en cubrir las exigencias de cada parte de la cara. Se le llama mixing y básicamente se trata de aplicar un producto adecuado y diferente en cada zona. Es decir, la zona T requerirá de unos cuidados y la frente o extremos de los pómulos de otros.
La cantidad justa
Otro punto importante es reducir la dosis ya que no por usar mucha crema se multiplican los efectos. Incluso podría ser perjudicial para la piel. Lo ideal es dividir el rostro en cuatro partes para calcular la medida que se necesita. Para que te hagas una idea suele ser una gota a la hora de aplicar sérum o aceite. En cambio, para las cremas se compara con el tamaño de una lenteja.
Se establecen cinco zonas esenciales del rostro: frente, nariz, mejillas, barbilla y mandíbula. Sin olvidarnos tampoco del contorno de ojos que precisa de mayor hidratación e ingredientes antiarrugas.
Áreas con problemas concretos
Según tu tipo de piel podrás sufrir alguna de las siguientes alteraciones dérmicas que aparecen en determinadas zonas de la cara:
- Falta de hidratación: normalmente en la frente, los bordes exteriores de las mejillas y a veces en la barbilla.
- Acné: se debe administrar el producto elegido solo en los granitos para no resecar el resto de la piel.
- Rojeces: se manifiestan en las mejillas y nariz, aunque también se dan casos que alcanzan la frente.
- Exceso de grasa: frente y nariz, lo que se conoce como zona T. En esta zona se aplicarán productos matificantes.
Fuente: mujerhoy.com